¡Qué cerca y qué lejos!

¡Qué cerca y qué lejos! Cercano habitante y al tiempo paisaje de los túmulos de mi sueño. ¡Qué cerca tu cuerpo! Me arranca vibrando de la tumba de otro cuerpo. Allí, a veces te hallas en medio del sueño, sin rostro, ni voz desnudo, quimérico. Tu sola ternura deshace mis nudos incendia mi sueño. En el telón onírico y negro, de las horas dormidas resplandeces y quemas tus labios, tus manos dispuestas tan cerca las siento. Y yo que emerjo despierta del sueño, y vuelvo mi vientre agitado a tu vientre certero pero es otro vientre trigueño y de hielo. […]

Vengo a visitar la primavera

Vengo a visitar la primavera brota tan díscola mi voluntad que ya no la retienen ni las suaves paredes de la crisálida ni los pétalos replegados de puro triste. Ha de salir y al fin resurgir entre espasmos de dicha y desdicha entre sueños quebrados y por venir. Ha de salir y florecer. Vengo a visitar la primavera me espera con las flores del manzano a punto y el primerizo azahar ondeando. Me perdí la cosecha de las almendras y no recogí  las aceitunas. Pero de nuevo estoy aquí enfrentada a las paredes rocosas a la sombra de tu torre. […]

Incertidumbres

Aquí, en este oeste en el que vivo siempre es tarde y es Otoño. Hay mucho silencio y muchas aves, libres. Y yo miro por la gran ventana, miro el desplomado mundo que descorazona y duele. ¿Qué haremos con las certidumbres? ¿Dónde olvidamos la bondad? La dejamos desgraciada y triste abandonada en la basura. Tú te fuiste una tarde de mayo y te llevaste el sur soleado y todos los días amanecemos sin norte, perdidos, latiendo timoratos de no saber qué hay más allá. Desorientados. Más allá del mar, de las luces, del humo, del ruido de esta ciudad de […]

Les di las gracias.

El día que tú te fuiste, llegó la poesía y desde entonces versos y lágrimas caminan esposados por la calle de la mano. No hay Jueves que no llore, no hay Domingo que no culmine un poema. El día que tú te fuiste, un poema me arrancó la ropa y ahora voy por la calle corriendo, desnuda, dejando un poco de mi corazón en cada verso que me atraganta, inundando de metáforas las avenidas. No tengo vergüenza, no tengo pudor, sólo tengo verbos. Sólo tengo sustantivos para condensar la luz y la oscuridad de mis memorias. Estuve en el anverso […]

A veces

A veces me pregunto
en cuantos versos cabe una despedida.
Hombre en el sendero,
el niño que tú llevas en la voz…….

Todo empieza por su nombre

Y acudo al arbolado, donde no me siento extraña donde el aire puro, determinado, arranca la añoranza a esputos y pulveriza mis lágrimas en diminuto rocío.   Y por fin, el agua vuelve al agua.   Y acudo al lugar donde la enramada me llama, y bailo, bailo, bailo al son del viento y llueve, llueve, llueve y los pájaros descansan confiados sobre mis manos abiertas.   Allí me abandono, minúscula y leve en mi tristeza, nadando en la memoria de las horas que se fueron, emboscada en medio de este desconcierto. Mujer insignificante, una más entre los diez mil […]

Migrante

Mi voz ni es de ciudad, ni está encerrada. Planea sobre el bosque. Se apropia de las alas de aquel águila a veces otras se desploma cansada. Se esfuerza a cada rato sintiendo el corazón en cada pierna. Su ritmo es el ritmo de las bielas. Su rima la del arroyo que susurra que te arrulla, que con voz cristalina cura.   Queda y discreta, te acompañaba, tomaba notas del ocaso del aroma de los pinos, del pequeño corzo que saluda a la mañana. Anotaba cada uno de los lechos estrellados que nos albergaron. Anotaba tu sonrisa.   Mi voz […]

Frente al verbo

No sé cuando aprendí a desnudarme, a despojarme lentamente de todos los adverbios y quedarme tiritando y temiendo frente al verbo. No sé como aprendí a volcar mi alma, torrente enardecido y apresado en las esquinas del cuaderno, dejando en cada acento, una prenda que cubría mi llanto, mi amor, mis alegrías, mis íntimas vergüenzas, enfrente de mi espíritu, y temblando de belleza. No sé quien me entregó la virtud, el talento y la cordura para hacer de mis tristezas intemporales poemas. De dónde saqué la mirada para encerrar el aire, el viento, el suspiro y las caricias, en los […]

Podría

Podría navegar por tus ojos, confiando la tarde a su huella, hasta alcanzar el astro rutilante que parpadea en su fondo, incesante. Son tan pausados que asemejan remanso, son tan amables que parecen un faro. Podría echar las velas en tu bondad, tumbarme a soñar. Segura, a tu lado, no tendría zozobra, ni tempestad. Tranquila y tendida, en la marisma de tu amparo, creyendo que nadie me puede hacer daño. Podría pasar una hora o cien horas, escuchando y mirando tus labios contando uno a uno tus dientes, y perdiendo mil veces la cuenta de las veces que encuentras en […]

Ritual

Quise redimir tu recuerdo, aquellas horas tibias en las que tu abrazo me rescataba del precipicio, desalojando, de una vez, la imagen maldita de tu ojos impasibles y tu mente desapasionada. Pensé que una sola noche, una sola noche de las de antes, de las que latíamos al unísono en el patio de atrás del sueño, bastaría para reconciliarme con la memoria pervertida, con esa herencia que me has dejado de afectos descuidados, sin escrúpulos, de ese que domeña el amor y roba la luz de mis recuerdos. Necesitaba sentir que estabas ahí, tú, el de antes, que no te […]