Los votos de ternura esférica
Atengámonos a los hechos. Estos treinta poemas se desprendieron una tarde de diciembre del reino de la contemplación y la metáfora. Cayeron a plomo, se sacudieron las tildes, se atusaron las aliteraciones y se ordenaron en fila india. A codazos, uno tras otro, se disputaban la luz y la melancolía. Hoy, acomodados en flagrante extrañeza, los prófugos llevan en los renglones un universo de símbolos curvos, el revuelo de las abejas sobre las azucenas, el mercadeo aéreo de las golondrinas y el obcecado capricho de cantar a la plaza. Veneran al salce. Tienen vocación de circunferencia. Dan maravilla. Así he […]