La funambulista emplumada
Ahora que mi balcón es un sanatorio pajaril, mi jazmín y yo podemos afirmarlo: todos los seres vivos tienen propósitos. Mi huésped paloma con sus cerebro casi reptiliano se empeña en auparse a un sitio que le preparo en alto y como las alitas le fallan, la terca de ella da su primeros aleteos de convaleciente y salta y no para hasta que lo consigue, a veces con más y otras con menos éxito. Pero si no lo consigue, ella persevera y entonces lo intenta trepando por las ramas de mi jazmín haciendo equilibrismos de funambulista conseguidora y emplumada. Y […]