El hurto de la primavera

(Diario de un confinamiento)

Hoy las vidas no transcurren en el suelo, están izadas en los tejados sobre el claroscuro de la tarde nublada de marzo. El cielo está sitiando el sol, lo oculta y nos roba la primavera. Sobre el ventanal, las gotas resbalan de una en una con la delicada elegancia de una floración temprana, flores de cuarzo y diamante, que intentan con pertinaz voluntad sustituir al cerezo.

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