(Diario de un confinamiento)
El sol, en un arrebato de valentía, ha cuarteado las nubes y con sus ópalos de fuego las ha apartado para iluminar la mañana y calentarla. En ese momento, cuando el cielo rivalizaba en azul con los tejados de mi iglesia, en ese momento, han transcurrido dos pequeñas golondrinas. Sus vientres de azucena volandera relumbraban y las expertas nadadoras surcaban el aire como si de un estanque de vuelos y regocijo se tratase. Iban con la premura entre las alas y la vida entre los trinos. Y ahí, en ese momento, las ventanas han sacudido el espíritu, y alborozadas enredaban la gratitud en el suave y algodonoso camino de su estela.
El cielo pertenece a aquel que lo contempla.
2 comentarios en «Cuando las golondrinas transcurren.»
Eso es lo que nos toca, si queremos seguir contándolo. Suerte y abrazo
Sí es lo que toca ahora contemplar el cielo. Otro abrazo de vuelta y cuídate.