En los nudos cansados del tiempo

(A Vicente Navarro)

Ah, tu cuerpo anunciado en penumbra.
La cintura que añora lejanas
caricias. Y los sueños al raso.

Con los ojos lavados de nuevo
en las manos las nuevas cerezas
y el verano de nuevo a tu paso

Tu sentado a la orilla del río
memorizas despacio un conjuro
que se lleve tus miedos muy pronto.

Esa sombra que apaga las pieles
y el sonido exquisito del aire
y la costa gozosa de agosto.

Se hace tarde, la luz que se cierra
debilita las horas centrales
y te miras el alma mudada.

En los nudos cansados del tiempo
pertinaz, sobrio, amortajado.
En los nudos cansados del tiempo
se revuelven flamantes tus alas.

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