El azahar sueña en blanco
y aletea sobre el huerto.
Tú vuelas embelesada,
el día es tu compañero.
Sopla un viento que te dice:
Mujer no te presto tiempo.
Las sombras ríen la tarde
y se adueñan del romero
-Viento amigo y cuidadoso:
entre las manos mis versos.
Viento tenaz, voy resuelta
de la flor al cancionero–
Yo quisiera que tu risa
resonara sobre el cielo.
-Viento, ven si te entretiene
que inventaremos un juego-.
Alegre sobre el naranjo,
la herida me duele menos.
Alegre sobre las flores:
-no necesito ese tiempo-.
Mariposa son tus alas
la materia de tus sueños.
Viento que amainas herido:
-¿cómo contamos el tiempo?–
–Ven sólo si te apetece
que yo dibujaré un cuento-.
Entre ráfagas y pétalos,
con algazara y jaleo.
Viento que amainas herido,
con tu presente al cerezo.
Si vas a la mariposa
hazlo con tu risa a tiempo.
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