MANIFIESTO DE LA PALABRA DIGNA.

Aquí dentro de nuestras ciudadelas de confort, algunas angostas como la carrocería de un coche. Fuera de las murallas, el mundo y el deshielo.

Dejadlo bajo tierra, que lo pisen nuestros pies. Salid al aire con la dignidad intacta en el regazo.

Navegar por las aguas de la conciencia es una travesía incierta, pero la recompensa es la vida. La palabra digna traza nuestro camino. Echaremos a andar, pero no regresaremos:

1. La poesía será resina, contendrá en un solo adjetivo el ámbar de un mundo náufrago.
2. La poesía será el éxodo -el descarbonizado, el invisible, el abisal- a las amplias salas de nuestro patio interior.
3. La poesía no querrá alas, querrá simiente y germinará derramada sobre los hombres que vertidos sobre la tierra extenderán sus brazos como raíces austeras, inexorables, trazando los vínculos redondos del afecto.
4. La poesía se hará árbol, después materia viva en el estómago de una lombriz y permanecerá por los siglos de los siglos en las entrañas de nuestro mundo.
5. La poesía no necesitará bombillas, solo luciérnagas, pequeñas y saltarinas luciérnagas que con sus cuerpos fluorescentes iluminarán el camino del poeta en la noche de las tristes bestias.
6. La poesía hibernará, permanecerá dormida, mientras el mundo se recompone y las flores se estiran, despacio, coquetas, reconquistando los colores que las nubes de hollín, ceniza y ruina les arrebataron.
7. La poesía no tendrá prisa, contemplará la tarde con esa cierta conciencia de ancla y verdad que celebra el infinito.
8. La poesía surcará la palabra irreemplazable sobre las aletas de un delfín, un delfín rosado y ciego, pero vivo, aún vivo, dueño del río y de los vientos del Amazonas.
9. La poesía será cura del arrecife y sobre el verbo reverdecerán las praderías de posidonia, las violetas se reencarnarán en coral y volverán los peces plateados a nuestros sueños.
10. La poesía ha de ser albedo, albedo de la azucena, sobrio espejo que devuelve el calor y atesora, con la afición de un salado lago, todas las lágrimas del Mediterráneo.


Poetas de oficio en la era de las consecuencias, abandonad la indiferencia, aupad vuestro poema.

2 comentarios en «MANIFIESTO DE LA PALABRA DIGNA.»

  1. Vaya, me ha sorprendido como has descrito el efecto albedo, efecto del cual hablo a muchos compañeros de montaña y se quedan pillados solo con el nombre. Esa es la funcion del efecto albedo en mi morada, dejar congeladas las lagrimas del vecino Mediterraneo y devolver el calor.

    Firmado:

    El Conde de Javalambre

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