Cada mañana, desde que empezó la COP28 en Dubai, me llegan puntualmente las noticias, los grandes titulares que resumen, más o menos, el espíritu de la cumbre. El primero, en El Mundo, de un sarcasmo tristísimo y demoledor: Los líderes mundiales hacen terapia de grupo en Dubai: “El planeta está harto de acuerdos climáticos incumplidos”
Los titulares posteriores no han sido mucho más alentadores. Un CEO de una petrolera como presidente de una COP -pasando por encima del evidente conflicto de interés- afirmando que dejar de usar los combustibles fósiles supone volver a las cavernas. Un nobel de física mostrando con jactancia pública su negacionismo rampante. Todos sin ocultarse. El año que se han batido todos los records, cuanto más evidentes son los efectos del caos climático más descarado, desesperado, hondo y manifiesto es el negacionismo asentado en las instituciones. También la hipocresía y el cinismo.
Y mientras tanto, la justicia climática se cuela en la voz de Gustavo Petro que aseguraba que la «barbarie» sobre Gaza es la que le espera a los países del Sur, «si los portadores de la riqueza del norte, intensiva en consumo de carbono» no permiten «apagar las chimeneas emisoras. Es decir, no dejan de consumir petróleo, carbón y gas, romperán de manera irreversible los pilares que sostienen la vida humana en el planeta».
Un post en X de Martin Lallana lo expresa todo: “Una ONU incapaz de parar un genocidio. Una COP incapaz de acordar el fin de los combustibles fósiles.
No hay ningún documento de gobernanza global que no sea a la vez documento de barbarie”
Hace 8 años llegamos con nuestras bicis a la cumbre de París de 2015 en la que por primera vez el mundo reconoció que el cambio climático era una amenaza de primer orden para la humanidad. De nada sirvió. Sería necesario celebrar una cumbre para reconocer que el crecimiento económico es la zanahoria que empuja hacia arriba las emisiones GEI y que el calentamiento global es ‘insoluble’ en el capitalismo.
Otras formas de organizarnos y de vivir en paz con y en la biosfera son posibles.
2 comentarios en «Notas de mi diario. Las cumbres del clima son para hacer terapia de grupo.»
Se puede decir más alto pero no más claro. Certeras reflexiones. Otras formas de organizarnos y de vivir en paz con y en la biosfera son posibles… e imprescindibles.
Gracias por ayudarnos a mantener los sentidos despejados ante el aturdimiento de tantas palabras vacías alrededor de las COP
Gracias a ti por leerme David. Es desalentador esto de las cumbres…..