Entre los hombres, uno busca,
tiene en la mirada el trazo del pincel,
los dedos de un orfebre que repuja
el infinito. Y cada tarde,
furibundo y resuelto,
explora, con las alas trucadas,
la fuente inagotable de la duda:
“¿Dónde te escondes abril?
¿Encontraré en este pétalo embalsamado,
las ruinas de aquellas primaveras?
¿En qué minuto se posaba
el reloj cuando el mar
-ácido y colmado de carbono-
nos arrancó la playa?”
Amanecer retratado por Ferran Reig