“Si tú, espontáneamente, me dieras un beso.... y me atrajeras… así… estrechamente....dejándome....oír en tu pecho latirte el corazón.... y un poco también la plata de tu voz....Sería glorioso”.
Marga Gil Roësset
En un mundo redondo acabaremos encontrándonos
(Dedicado a todas las mujeres valientes y transgresoras que me precedieron)
El mundo que nos rodea
es una esfera.
Allí nos reunimos, en el espacio
transparente y negro de tus ojos.
La curva que contiene una promesa.
Al arrabal de tus suelas
arrojo mis ilusiones y espero.
La tarde que nos contiene
también espera.
El mundo sin sus aristas
se torna resbaladizo
en el beso que no llega.
En el perímetro inapelable
del tiempo que compartimos,
estás enfrente.
Pero no alcanzo a besarte
por más que impulso mis dientes.
Entonces se obra la luz
cuando ofreces el abrazo,
en ese glorioso arranque
y en ese sitio redondo,
encuentro el lugar sagrado.
Allí está tu corazón tan entero
como enteros son tus labios.
Nota: Marga Gil Roësset fue una joven escultora, ilustradora y poetisa que perteneció a la generación del 27. Fue una de las Sinsombrero. Escultora formidable y niña prodigio, Se suicidó de un tiro en la sien a la edad de 24 años, curiosamente un 28 de Julio. Estaba profundamente enamorada de Juan Ramón Jimenez. La mañana de su suicidio fue a casa del poeta y le entregó sus diarios donde le confesaba su amor. El texto que abre el poema es un fragmento del diario y la visionaria ilustración uno de sus dibujos.