En cierta ocasión, una de las mujeres que más admiro por su aguda inteligencia y sentido del humor (comúnmente unidos), me contó que su abuelo falleció pensando que había tenido la suerte de casarse con una mujer tan bella que atrapaba las miradas de todos los hombres allá por donde pasaba.
Lo que nunca supo el abuelo de mi amiga es que su señora solía buscar la mirada de cada señor con el que se cruzaba haciendo alguna mueca. Y claro, la víctima, casi siempre, le devolvía una mirada absolutamente perpleja.
Ser guapa no es una condición objetiva, es una actitud, un movimiento. Tampoco eres guapa en las pupilas de los demás, lo eres en tu propio reconocimiento, en esa íntima y profunda alegría de existir.
Mientras escribo esto escucho la voz de mi hermano aquel verano que me dio por ponerme pamelas de lo más estrambóticas: “hermana, tienes un exceso de autoestima”.
Gracias a Carmen por prestarme un pedazo de sus divertidas memorias familiares.
Un comentario en «Notas de mi diario. Sobre ser guapa»
Me encanta!!!!