Atengámonos a los hechos. Estos treinta poemas se desprendieron una tarde de diciembre del reino de la contemplación y la metáfora. Cayeron a plomo, se sacudieron las tildes, se atusaron las aliteraciones y se ordenaron en fila india. A codazos, uno tras otro, se disputaban la luz y la melancolía.
Hoy, acomodados en flagrante extrañeza, los prófugos llevan en los renglones un universo de símbolos curvos, el revuelo de las abejas sobre las azucenas, el mercadeo aéreo de las golondrinas y el obcecado capricho de cantar a la plaza. Veneran al salce. Tienen vocación de circunferencia. Dan maravilla.
Así he presentado en contraportada este pequeño poemario que sale a la luz. Todos los poemas que recoge están este blog y los he seleccionado porque tienen un hilo conductor de intención, forma y fondo.
Aquí podéis adquirirlo:
https://www.editorialcuadranta.com/libro/los-votos-de-ternura-esferica_159060/
Y si quisierais un ejemplar firmado. Enviadme un mensaje y os lo hago llegar.
Sólo me queda agradecer con todo mi corazón a quienes me han apoyado en esta tozudez mía por la literatura.
Y especialmente, gratitud, admiración y amistad eterna hacia Lorena García Quilis, autora de la portada, y hacia Julio Díaz, autor del prólogo.