De espaldas a la montaña

Estos días atrás en clase 1 hablábamos sobre el desnivel prometeico de nuestra civilización: Es tan difícil percibir -y aceptar- que nuestras acciones, nuestros hábitos de aparente trivialidad conllevan unas repercusiones tan gigantes que intentamos disociar nuestros actos de sus consecuencias. El faro de la moral languidece y seguimos hacia delante arrastrados por la inercia de la irreflexión.