Predestinados a la tierra
-a ser sustrato bendecido
del sueño niño del almendro-
no conocemos más morada
-en la sortija de esas lunas-
que el paréntesis de otros brazos.
Predestinados a la tierra.

Predestinados a la tierra
-a ser sustrato bendecido
del sueño niño del almendro-
no conocemos más morada
-en la sortija de esas lunas-
que el paréntesis de otros brazos.
2 comentarios en “Predestinados a la tierra.”
Directo al alma.
Enhorabuena, malabarista de la palabra.
Muchas gracias Scaramouche 🙂