La ciudad des-poseída

Ahora escribo pájaros.

Julio Cortázar

Prosaicos los alcorques
te dan la bienvenida.
A florecer dispuestos,
añoran la raíz de las encinas
y anhelan
el ritmo de las hojas al nombrarte.

Pero las máscaras se debaten
en humo negro, moribundo
Y nadie adorna sus balcones
con tropos, ni geranios.
Amordazados los pies,
acallan el troqueo de los mirlos
y sólo algunos versos desterrados
desfilan por los parques.

La mañana de junio que recita
al mundo entre tus ramas
de sauce llorón y compasivo,
repite el martes lento de marmota
de hormigón y ladrillos, hendida,
apenas reverdece.
Torpe mañana, que insiste en ser poeta.

De tu mano los ecos de otras manos.
Las palabras colgadas de faroles
retenidas en cartillas racionadas.
Ni una palabra más, ni una palabra menos.
Todas tan miserables, esperan tan urbanas,
el verbo que conjure mariposas.

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